Mientras para Hacienda la formación debe de ir en el apartado de gastos yo siempre lo he considerado una inversión. Y así lo deben de presumir también los profesionales inmobiliarios de AFILIA que hoy se han reunido en la Cámara de Comercio de Santander para participar en el Curso Jurídico de Operaciones Compartidas, organizado por AFILIA y que ha ofrecido el abogado especialista en mediación inmobiliaria, Ignacio Uriel del Río.
Un profesional inmobiliario debe conocer en profundidad todos los tramites que se originan en una transacción que abarca disciplinas muy distintas, jurídicas, fiscales, urbanisticas, comerciales, etc.
Y a veces los clientes se olvidan que en una transacción exitosa han intervenido muchos factores: una gran inversión realizada por el agente inmobiliario en tiempo, dinero y formación, un conocimiento de mercado que se obtiene gracias a la experiencia y la utilización de medios tecnológicos y herramientas de trabajo como la Colaboración Profesional en red.
En algunos casos, el cliente no es consciente que toda esa labor es una inversión que realiza el agente inmobiliario aún arriesgo de su propio trabajo, ya que sólo cobra sus honorarios en caso de éxito en la operación.
No es de extrañar por ello, que en el curso de hoy, algo más de 1/3 parte de la jornada formativa ha tenido como protagonista el Contrato de Prestación de Servicios. Este contrato, también llamado mandato o encargo de venta es donde se recoge el compromiso que realiza el propietario para encargar los servicios de mediación a una agencia inmobiliaria con unas condiciones pactadas (precio, tiempo para la venta, etc) y con una contraprestación económica por dichos servicios.
Para el agente inmobiliario es el contrato alma de cualquier operación, porque recoge tanto la autorización para realizar el trabajo, como la contraprestación por dicho servicio. Y para el propietario es la garantía de un servicio de calidad.